La Importancia de las Finanzas Personales al Emprender.
- Liliana Paola Frasés Ramos
- 30 ene
- 3 Min. de lectura

Cuando decidimos emprender, solemos enfocarnos en la idea de negocio, en cómo captar clientes y en generar ingresos. Sin embargo, hay un aspecto fundamental que muchas veces se pasa por alto: nuestras propias finanzas personales. Creemos que podemos manejar las finanzas de nuestro negocio de manera impecable, pero si en nuestra vida personal hay desorden financiero, tarde o temprano ese caos se reflejará en nuestra empresa.
Como eres, será tu emprendimiento
Antes de pensar en estructurar financieramente un negocio, es clave hacer una reflexión interna: ¿cómo manejo mi propio dinero? Si constantemente vives al límite, sin un presupuesto, gastando más de lo que ganas o dependiendo del crédito para cubrir tus necesidades, es muy probable que tu emprendimiento refleje esos mismos patrones. La razón es simple: tu empresa es una extensión de ti mismo.
Si no tienes claridad sobre tu situación financiera personal, terminarás tomando malas decisiones dentro de tu negocio. Puede que uses el dinero de la empresa para cubrir gastos personales o que te endeudes sin una planificación adecuada, lo que comprometerá su estabilidad. Por eso, antes de emprender, es esencial conocerse a uno mismo financieramente.
Pregúntate:
¿Soy ordenado con mis gastos?
¿Tengo un fondo de emergencia personal?
¿Conozco mi flujo de ingresos y egresos?
¿Sé cuánto dinero necesito mensualmente para vivir?
Si no puedes responder con claridad a estas preguntas, entonces hay trabajo por hacer antes de lanzarte a un negocio.
Tres claves para organizar tus finanzas personales y no llevar el desorden a tu empresa
Si quieres que tu negocio sea sólido, primero debes ordenar tus propias finanzas. Aquí te comparto tres consejos clave:
1. Trabaja en tu mentalidad financiera
Antes de cambiar hábitos financieros, es crucial entender la raíz de nuestro desorden económico. Nuestras creencias, costumbres y experiencias pasadas influyen en nuestra relación con el dinero. Muchas veces, sin darnos cuenta, cargamos con heridas emocionales que nos llevan a pensar que no merecemos el éxito financiero o que el dinero es difícil de obtener y mantener. Identificar y sanar estas creencias limitantes es el primer paso hacia una estabilidad financiera. Cambia tu mentalidad y comenzarás a tomar mejores decisiones con tu dinero.
2. Separa tus finanzas personales de las del negocio y establece un presupuesto
Uno de los errores más comunes es mezclar el dinero personal con el empresarial. Desde el inicio, abre una cuenta bancaria exclusiva para tu negocio y define un salario para ti mismo. Para que esto funcione, necesitas establecer un presupuesto tanto personal como empresarial y, lo más importante, respetarlo. Así evitarás problemas de liquidez y decisiones financieras impulsivas. Si cada cuenta tiene su propósito definido y cumples con tu propio sueldo, tu emprendimiento tendrá mayor estabilidad.
3. Construye un fondo de emergencia antes de emprender
Emprender implica riesgos, y muchas veces al inicio los ingresos son inestables. Si no tienes un colchón financiero, podrías verte obligado a cerrar antes de tiempo o a endeudarte de manera poco estratégica. Lo ideal es contar con al menos tres a seis meses de gastos personales cubiertos para poder enfocarte en tu negocio sin la presión de generar ingresos inmediatos.
Recuerda: Tu empresa es un reflejo de ti mismo. Si quieres un negocio ordenado y exitoso, empieza por organizar tus propias finanzas. Autoconocerte, entender tu personalidad financiera y aplicar hábitos saludables con el dinero marcarán la diferencia entre un emprendimiento que prospera y uno que se hunde en el caos. Recuerda: las finanzas personales son la base de un negocio sólido.
Liliana Frasés
De CEO a CEO
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